Se encuentra usted en el norte de la Isla… Estás en el Mirador de La Tosca.
A 700 metros de altura, desde aquí, se pueden observar los acantilados más imponentes de la isla, desde la Punta de Topaciegas y el Porís de Gallegos (era un antiguo puerto) se unen para contemplar los barrancos del Almacigo y la Hiedra.
En sus entrañas, y arropada por los caseríos de La Tosca, sobre un estrecho lomo, se asientan la mayor concentración de dragos de Canarias. El gran Dracaena Draco se deja ver. Un árbol originario de la Macaronesia, de crecimiento lento y que puede alcanzar 25 metros de altura. Los lugareños lo plantaban para la elaboración de tintes y cabos, sobre todo para la industria naval, tan importante en La Palma hasta mediados del siglo XX. De ellos se extraían las fibras de las hojas para fabricar cuerdas, su copa verde se utilizaba como alimento de ganado y para útiles de artesanía. Y su savia, “sangre de dragón” era codiciada por sus propiedades terapéuticas.
Acariciando el mirador y a la vista de Topaciegas, La Palmita y Gallegos nace la laurisilva, un tipo de bosque subtropical, de fayal brezal, “siempreverde”, que vive aquí, desde el Terciario, con sus hojas coviáceas y brillantes que favorecen la condensación de la humedad contenida, dando lugar a la lluvia horizontal.
Siente la belleza natural, desde esta aula abierta a la naturaleza. Un proyecto de diseño inclusivo donde cualquier usuario puede acceder al mismo, a la información y hacer uso de este espacio en igualdad de condiciones, adecuando las instalaciones a las personas con movilidad reducida, o menor capacidad auditiva o de visión.
El Mirador de La Tosca se encuentra muy cerca del casco urbano de Barlovento, justo encima del pequeño caserío de La Tosca. Desde él se divisa una de las costas acantiladas más espectaculares de la isla, además, de otros barrios del municipio como son: Topaciegas, La Palmita y Gallegos.
Pero la zona guarda un tesoro y una peculiaridad: se encuentra en medio de un bosque de dragos, una de las mayores poblaciones de este árbol endémico de las Islas Canarias.
Los dragos han sido plantas enigmáticas desde la Edad Media, época en la que llamaron la atención de los europeos, que crearon un sinfín de leyendas en torno a ellas. Su savia fue codiciada en la antigüedad por sus propiedades terapéuticas y su copa verde era aprovechada como alimento del ganado y en labores de artesanía. La envergadura de estos emblemáticos vegetales despierta la admiración de los visitantes que se asoman a este pintoresco lugar.
Barlovento
El municipio de Barlovento, Tagaragre para los benoharitas, primeros habitantes de La Palma, fue el primer núcleo habitado por los colonos castellanos que se asentaron en La Palma. Se cuenta que el pueblo surgió en torno a un cruce de caminos; en este punto de encuentro los campesinos que llevaban sus productos hacia los asentamientos más poblados descansaban, dialogaban y llegaban a acuerdos comerciales practicando el trueque (intercambio) de mercancías.
A través del Puerto de Talavera, Barlovento se incorporó al comercio triangular característico de las islas tras la colonización. El fin del ciclo azucarero, a finales del XVI y el XVII marca el inicio de la sustitución de los cañaverales por los viñedos, convirtiendo al vino en el principal producto de la economía exportadora.
Puedes obtener más información sobre el municipio en el siguiente enlace: https://barlovento.es/conoce-barlovento